La historia de Elisa- Cap 1.

Capitulo 1-
Hoy he ido con mi madre a la playa. Como siempre que vamos a algun lado. Me encanta esa playa. A la que suelo ir los fines de semana. Esta muy vacia y en el agua te puedes ver los dedos de los pies, aquel agua tiene tres colores diferentes. Azul claro, azul intermedio y azul oscuro.
Me encanta sentarme en la parte de la izquierda de la playa, Al lado de aquella enorme roca color beige y admirar el horizonte. Continuamente pienso si habrá más allá del horizonte una isla, donde todo sean niños. No sé si será verdad y menos aún el hecho de que se pueda ir hasta allí, dado que yo no tengo tanto dinero como para comprarme un barco. Aunque mis padres me regalan 10 euros semanales por ayudar a mi madre.
Mientras estoy sentada en la orilla, pensando, oigo como mi madre me llama, Me levanto y voy hasta donde esta mi madre. Me pregunta si hoy había acabado mis tareas, y yo le contesté un poco pensativa que si.
 -Pues entonces puedes irte al agua
 -Si, ahora voy, Pero... ¿a que a venido esa pregunta, mamá?
- ¡Pues que si no habias hecho tus tareas, Te quedarías el fin de semana castigada!
-Ah, vale, no lo sabía... de normal, no me preguntas si he hecho mis tareas.
- Ya, pero porque tu siempre tienes hecho todo, así es normal que yo no te diga nada, bueno ahora no desaproveches el tiempo, que ya es tarde, anda y vete al agua a jugar
-Sí, mamá- le doy un beso en la mejilla y hago caso de lo que me ha dicho. Voy Corriendo hacia el agua, y veo como un niño se acerca a mí.
-¿Que quieres? ¿Te conozco de algo?
-Bueno, solo quería jugar contigo, no te conozco- respondió con miedo
 -¿Como te llamas?
- Eze.. ezeq... ¡Ezequiel!, me llamo Ezequiel.
-Vaya, Tienes un nombre muy bonito, yo me llamo Elisa... es un nombre normal y corriente, a mí me gustan más los nombres raros, como el tuyo.
En ese instante oigo como mi madre me llama y me dice que nos vamos.
- Bueno, Ya nos veremos otro dia, ahora me tengo que ir, por cierto yo vengo casi todos los fines de semana.
-Oh, genial, bueno, adiós, nos vemos entonces el fin de semana que viene, ¿Vale?.
-¡Pues claro! ¡Hasta pronto!
Y salgo a secarme y a ayudar a recoger las cosas. Mi madre me mira intrigada.
-¿Quién era aquel chiquillo?
-Un amigo mío- Contesto yo, aunque en realidad lo acababa de conocer.
-Me alegro de que hagas amigos aquí, porque tal vez vendremos más a menudo...- a lo que yo le miro extrañada.
-¿Nos vamos a mudar otra vez? ¡Yo no quiero despedirme de Nayara, ni de Ana, ni de Sara, son mis amigas!
-No, cielo, no nos vamos a mudar, pero estamos pensando en alquilar un piso en este lugar, para el verano, a tu padre le ha parecido una idea genial, así harás más amigos, ¿Qué te parece?
-Pues... no es mala idea mamá, pero yo no quiero alejarme de mis amigas...¿Me prometes que iremos de vez en cuando a casa?
-¡Claro que sí, cariño! Bueno anda vamos a  casa ya, que si no tu padre se enfadará por llegar tarde a cenar.
-¿Enserio? ¡Genial!
Nos fuimos de la playa, y la sonrisa no se borraba de mi cara.